Despues de leer atentamente la información públicada estos dias sobre los intentos de la ejecutiva de CC en pos de una supuesta reunificación del nacionalismo, da la impresión de que la jugada de desviar su fracaso electoral en la Europeas achacandoselo a la "desunion del nacionalismo" ,les ha echo aguas.
En politica son los hechos los que cuentan y Julios y Manuel Lobo han ocultado unos cuantos para colar su pobre alegato.Entre otros olvidan que la cuestión de fondo del proceso que llevó a la desunión fue la derechización en clave insularista de ATI-cc y su identificación con la política del PP .
A Nueva Canarias parece que le "va bien" otra cuestion es que estemos preocupados de la grave crisis economica que padece Canarias y que algun@s que se llaman nacionalistas sigan apoyando la politica derechosa del gobierno ATI-CC y PP.
Jaque.
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" Ha terminado lo que nunca empezo" Nueva Canarias se felicita de que CC concluya unos contactos para la reunificación que ´nunca existieron´.
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La 'reunificación'
José A. Alemán
La imposibilidad de que CC y NC “reunifiquen” el nacionalismo pone de manifiesto la pobreza política de algunos dirigentes del ramo. No por la impotencia sino porque su único móvil conocido es sumar votos para obtener poder. Y punto. No hay propuestas que interesen, ni un maldito programa de regeneración política y se nota demasiado el deseo de arroparse de la desangelada fracción grancanaria de ATI-cc; aunque, supongo, no le vendría mal a Paulino la unión, con lo cruda que tiene la reelección sin los votos de esta isla.
Mar Julios y Manuel Lobo reconocieron el fracaso de los contactos reunificadores; NC niega que éstos se hayan producido. No es asunto que me interese mucho, pero no quiero pasar por alto la estulticia política de Julios-Lobo al explicar las causas del fracaso unificador. Para ellos, los actuales dirigentes de NC “siguen aferrados a objetivos personalistas y revanchistas que les impide ver el horizonte”; y añaden que con esa actitud “continuará [NC] prisionera de su socio, el Partido Socialista, al que ve como la única forma de supervivencia”. Agüita.
Para el alcalde de Agüimes, Antonio Morales de Roque Aguayro -NC, Coalición Canaria «no puede ser el cimiento» s obre e l que se deba «constru ir el proyecto nacionalista fuerte que necesita esta tierra»
¡Unidad, unidad!
Vicente LlorcaLas Palmas de Gran Canaria
canarias7.es
La desunión es una de las numerosas señas de identidad que tienen las organizaciones de izquierda. A poco que hagan un ejercicio de memoria recordarán que los gritos de «¡unidad, unidad!» eran omnipresentes en cuantos actos se organizaban en los tiempos de la Transición y dense un paseo por el amplio diccionario de siglas de los partidos que se proclaman izquierdistas y comprobarán que en la mayoría de ellos aparece la palabra unidad o unificación. Y aquellos que no las tienen se arrogan la condición de ser la casa común. Otro tanto ocurre con los nacionalistas, sobre todo en Canarias. Posiblemente porque el germen de éstos estuvo en los grupos de izquierda.
Los de hoy no parece que sean buenos tiempos para los nacionalismos, aunque hay razones y argumentos para sostener que, como proyecto político, mantiene su vigencia también en Canarias, porque por más que la economía sea global la política sigue siendo local y si hay algo globalizado es lo heterogéneo. Claro que el nacionalismo para ser creíble ha de soportarse sobre propuestas articuladas y discursos con fundamento identitario. Otras cosas son el mercachifleo, la indefinición, las deslealtades y las luchas mezquinas por los liderazgos personales, que han sido, hasta ahora, las marcas de la casa archipielágica.
El nacionalismo de CC se ha hecho de arriba abajo, su pauta de trabajo ha consistido en atender a la inmediatez y consentir que lo urgente eclipsase lo importante con el ánimo de estar siempre en el poder y su estructura política se ha soportado sobre los personalismos, ignorando el liderazgo social, intelectual y político de las ideas; olvidando que, incluso en estos tiempos, para lograr votos hay que llevar a todos los rincones ideas y que el culto a la aritmética parlamentaria provoca, más tarde o temprano, contradicciones.
Nueva Canarias cobró vida anunciando su voluntad de ser alternativa a las fuerzas políticas dominantes y con el ánimo de hacer una política distinta en la que debían primar las ideas, las razones y los principios, aunque se mueven en una nebulosa de inconcreciones. Su corta existencia demuestra que aquí también los personalismos son relevantes y que el culto a la aritmética es prioritario, hasta el punto que reconocen que su única esperanza reside en obtener el número suficiente de cargos electos que permita condicionar la política de pactos, entendiendo que nadie logrará mayoría absoluta. Es decir, su esperanza es influir en las decisiones de la mayoría siendo minoría. ¿Es de recibo?
Roman Rodríguez
Las Palmas de Gran Canaria
Y en la actual legislatura ha ocurrido más de lo mismo. Desde NC hemos rechazado la aprobación de la Ley de Medidas Urgentes, que se carga la vigente moratoria turística y autoriza la construcción de nuevos hoteles y más ocupación territorial, en lugar de apostar por la renovación de la planta existente. Tampoco compartimos la orientación económica del Gobierno canario, con presupuestos en 2008 y 2009 que disminuyen la inversión pública, necesaria para el mantenimiento del empleo, haciendo crecer el gasto corriente. Y que ha reducido las transferencias de capital a los Cabildos, a la vez que impide la continuidad de los planes sectoriales insulares cofinanciados con las corporaciones insulares, que permitían una potente sinergia inversora plurianual, imprescindible para compensar la caída de la inversión privada. Ni su negativa a incrementar las transferencias para ayudas sociales que reclaman los ayuntamientos ante el incremento de solicitudes de las mismas por la ciudadanía por la crisis que vivimos. Desde NC hemos sido muy críticos con la acción del gobierno en los principales servicios públicos, que se han deteriorado y no forman parte de sus prioridades, especialmente en el ámbito sociosanitario con el práctico boicot a la aplicación de la ley de la dependencia. También hemos sido beligerantes con la puesta en marcha de una falsa policía canaria sin funciones reales e impacto sobre la seguridad e impulsada, además, en un momento en que las prioridades de gasto deben ser otras. Y hemos denunciado el uso partidista y sesgado territorialmente y la radiotelevisión pública por parte del Ejecutivo. Desde NC, en fin, defendemos una reforma de la ley electoral, rebajando los topes y abordando los actuales desequilibrios en el valor del voto ciudadano en los distintos territorios, a lo que la dirección de Coalición se niega.
Sin argumentos.
Los argumentos que esgrimen dirigentes de CC les delatan. “Juntos volveríamos a ser la primera fuerza política en el Parlamento canario”, dicen. No apuntan para qué, con qué objetivos, desarrollando cuáles políticas, como si sólo les preocupara mantenerse en el poder a cualquier precio. En esa senda no nos vamos a encontrar.
Como hemos demostrado en nuestra acción en las distintas instituciones y en las conclusiones de nuestro reciente Congreso, trabajamos intensamente por el interés general y por el cambio político en las Islas. La unidad del nacionalismo es un loable objetivo, pero este no se puede lograr a cualquier precio y sin profundos cambios en los comportamientos y en las políticas. Consideramos que sobre las actuales bases es imposible recomponer un proyecto unitario. Para nosotros es irrenunciable un nacionalismo respetuoso con las realidades insulares y con un proyecto nacional común; un nacionalismo centrado en el bienestar de las personas, en la defensa de los servicios públicos; comprometido con un desarrollo que compatibilice la generación de riqueza y empleo con la protección de nuestro territorio y medio natural; implicado en la consecución de mayores niveles de democracia y de autogobierno, así como en la preservación de nuestra identidad. Y la práctica hegemonista, desequilibrada y conservadora de una ATI-CC amarrada al PP más españolista nos aleja mucho en la forma de entender el nacionalismo e imposibilita, por tanto, cualquier proceso de unidad.
"Ha terminado lo que nunca empezó".
De esta manera se despachó ayer Nueva Canarias (NC) con sus ex compañeros de CC que durante semanas han venido difundiendo la "intoxicación mediática" (según NC) de que existían contactos entre ambas fuerzas políticas para una reunificación del nacionalismo canario. CC de Gran Canaria hizo pública ayer una nota a primera hora de la mañana en la que solemnemente daba por cerradas las conversaciones con CC para la reunificación.
Cuatro horas después respondió NC: "Ha terminado lo que nunca empezó". El secretario de comunicación de NC, Pedro Quevedo, no dejó escapar la ocasión de recurrir a la ironía para responder a la nota de CC: "Satisfacción", dijo Quevedo, de que CC "paralice los contactos". NC subraya que las elecciones europeas han evidenciado "la tendencia a la desaparición de ATI-CC en Gran Canaria", ya que han supuesto "el tercer batacazo electoral" de sus dirigentes en esta isla. Quevedo acusó a "ATI-CC en Gran Canaria" de confundir a la opinión pública y de que "con la ayuda inestimable del Partido Popular han intentando disfrazar su tercer fracaso en las urnas".