Afirma que las entidades "siempre han tenido un gran arraigo social" que su reforma pone en peligro.
El vicepresidente del Cabildo grancanario, Román Rodríguez, vicepresidente primero, a su vez, de La Caja, rechazó ayer de plano la reforma de estas entidades de ahorros planteada por el Gobierno central, y que supone en la práctica la privatización parcial de las cajas y la reducción de la presencia de cargos públicos electos en los órganos de gobierno de las mismas. Rodríguez, que lidera el partido nacionalista Nueva Canarias (NC), aseguró que es "inaceptable" la fórmula de capitalización de las cajas mediante la emisión de cuotas participadas hasta el 50% de su patrimonio.
Según Rodríguez, las cajas "tienen desde su origen una vocación social fundamental y han logrado con el paso del tiempo convertirse en una banca pública que ha apoyado multitud de iniciativas sociales, apoyando el desarrollo económico en sus territorios". El vicepresidente de La Caja entiende que privatizarlas, aunque sea en parte, "es un despropósito" que pondrá en peligro el arraigo social de estas entidades. "Las cajas han tenido un papel fundamental como banca pública -agregó-, han hecho bien su tarea y la gente confía en ellas". Rodríguez entiende que su privatización se explica sólo por el "giro ultraliberal" de la política del Gobierno Zapatero, "que ha abandonado sus principios y prácticas socialdemócratas al dictado de los mercados y de las autoridades europeas".
En relación con la salida de cargos políticos de las direcciones de las cajas, Rodríguez cree que "se trata de un señuelo" y se preguntó cómo se regulará el nombramiento de los consejos de administración: "Al final serán los mismos políticos los que decidan quiénes los integrarán". Rodríguez destacó en todo caso que "lo preocupante" es la privatización de las cajas.
La provincia.