domingo, 17 de octubre de 2010

Educación, inversión de futuro

Román Rodríguez .Presidente de Nueva Canarias.
“Invertir en Educación es caro, pero no hacerlo es carísimo”, asegura el ministro Ángel Gabilondo. Es un argumento que suele esgrimir para poner en valor a la Educación como motor del desarrollo de los pueblos. Lo reiteró en su reciente visita a Canarias para asistir al reconocimiento de Nelson Mandela, ex presidente sudafricano y premio Nobel de la Paz, como doctor ‘honoris causa’ de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Esas declaraciones se producían en las mismas fechas en las que se anuncian nuevos y drásticos recortes en los Presupuestos de la Comunidad Canaria para 2011, que afectarán, y mucho, a los servicios públicos y que, en el caso educativo, pueden llegar a alcanzar los 175 millones de euros, tras especularse inicialmente con un tijeretazo menor, en torno a 120 millones, respecto al presente año. Unas circunstancias que están impactando en los centros educativos del Archipiélago, siendo creciente la preocupación y el malestar de todos los integrantes de la comunidad educativa, como reflejan diariamente los medios de comunicación, que contrastan vivamente con la autocomplacencia del Gobierno de ATI-CC y el PP.

El recorte que sufrirá Educación en los Presupuestos de Canarias para 2011 continúa con la línea establecida en las cuentas públicas autonómicas de los últimos ejercicios, empeñadas en adelgazar a los servicios públicos, aunque ello tenga graves consecuencias en las prestaciones que reciben los ciudadanos y ciudadanas y, en especial, las personas más desfavorecidas. La sanidad y los servicios sociales son las otras grandes damnificadas.asto por alumno

Hace unos pocos meses, un informe hecho público por el Ministerio de Educación corroboraba esa situación, al señalar que con relación al gasto medio por alumno en la enseñanza no universitaria, Canarias, con 5.874 euros, sólo se encuentra por encima de Andalucía (5.060), Murcia (5.521) y Comunidad Valenciana (5.738). Y desde luego muy alejada de las comunidades autónomas que más invierten, como País Vasco (9.835), Asturias (7.742) y Navarra (7.587).

Hay que destacar que en el conjunto de España el gasto por alumno es ligeramente inferior al promedio de los estados de la OCDE y de la Unión Europea, aunque si tenemos en cuenta el PIB por habitante se estaría en posiciones intermedias. Pero no es el caso de Canarias, que se encuentra en posiciones mucho más atrasadas.

Nuestro Archipiélago padece, como es sabido, un significativo retraso en relación con la media estatal en los distintos parámetros educativos, que tiene raíces históricas pero que habría que analizar en profundidad para tratar de reconducirlo.

Lo hemos visto con los reiterados informes sobre fracaso escolar o con la publicación, a mediados de este año, del diagnóstico sobre competencias básicas en 4º de Primaria: en todas las competencias (lingüísticas, sociales, matemáticas y científicas) nuestros alumnos y alumnas se sitúan a la cola de las comunidades, junto a los de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Igualmente, el abandono escolar prematuro ha sido una lacra, especialmente en los años del ‘boom’ económico, haciendo que muchos jóvenes se incorporaran al mercado de trabajo sin titulación alguna. Los mismos jóvenes que hoy se encuentran en paro y con bajísimos niveles de formación y, en consecuencia, con escasas o nulas expectativas de alcanzar un empleo.

Sustituciones

Los recortes que ya están en marcha –y que afectan a la cobertura de sustituciones docentes con estudiantes que pasan semanas sin su profesor, pero también a los especialistas y al propio trato que recibe el alumnado con dificultades de aprendizaje, así como a la oferta de FP, idiomas y educación de adultos- van a contribuir a que se mantenga o se amplíe la brecha que nos separa del nivel educativo medio español, que no es precisamente de los mejores de Europa. Van a hacer que Canarias siga saliendo en todas las investigaciones como una de las comunidades con menor éxito escolar, con peor formación de sus jóvenes generaciones.

Soy plenamente consciente del delicado momento económico que vivimos y que afecta a las distintas instituciones, en el caso de Canarias agravado por la pésima financiación autonómica que, según el consejero de Economía del Gobierno de ATI-CC y PP, nos deja 545 millones de euros anuales por debajo de la media estatal; circunstancia que se repite en los PGE para 2011, en los que no sólo no hay nada parecido a los 2.500 millones adicionales que se prometía en el Plan Canarias, sino que harían falta 242 millones más de inversión para colocar a Canarias en la media estatal.

También considero que no se trata de gastar por gastar y que la eficiencia es fundamental, sabiendo establecer prioridades. Pero también sabemos que los países que han puesto a la Educación como prioridad obtienen unos resultados más brillantes y ello tiene repercusiones sobre la economía, el empleo y el bienestar del conjunto de la sociedad.

Es cierto que en nuestra andadura autonómica se ha realizado un gran esfuerzo educativo –no siempre con los resultados que cabría esperar; no podemos estar plenamente satisfechos-, superando una situación de partida muy negativa, con altas tasas de analfabetismo, déficit en colegios e institutos e insuficientes plantillas docentes. Y entiendo que es preciso retomar ese camino, con los ajustes y autocríticas necesarias, si queremos que esta tierra avance y su gente tenga ilusión en un futuro mejor. Porque los profundos recortes económicos de hoy van a suponer un elevado coste para las actuales y futuras generaciones de canarios. Menuda factura la que nos va a dejar este Gobierno de Canarias.

* Presidente de Nueva Canarias.