Prioridad: la defensa de Canarias
Por Pedro Quevedo
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Unidad nacionalista: diferencia para la igualdad.
Prioridad: la defensa de Canarias
Por Pedro Quevedo
En política, como en otras facetas de la vida, suele ser más fácil –y, desafortunadamente, muy común- derruir que construir, enfrentarse que colaborar, oponerse que remar en la misma dirección. De ahí la sorpresa de muchos ante el acuerdo alcanzado entre Coalición Canaria y Nueva Canarias para concurrir juntos a las elecciones generales del próximo 20 de noviembre.
Es comprensible la preocupación y el malestar causado en los partidos centralistas, porque el acuerdo, bajo el lema ‘Unidos por Canarias’, hará más fuerte el espacio político del nacionalismo y rebajará las pretensiones de arrase del PP –con el riesgo de una mayoría aplastante y poco merecido de esta formación tan centralista-, muy favorecido por el deterioro del Ejecutivo que ha gobernado en esta profunda crisis, por la ola estatal y por el propio carácter de la convocatoria electoral.
Es entendible, también, que a muchas personas les llame poderosamente la atención el hecho de que formaciones que han mantenido y mantienen diferencias en distintos asuntos, aparquen lo que les distancia y pongan en primer plano lo que les une en la defensa de Canarias.
Creo que se ha producido un ejercicio de madurez política, de responsabilidad y de generosidad por parte de las dos formaciones políticas más representativas del nacionalismo canario. Lo que ha facilitado el entendimiento, tras unas negociaciones intensas y francas.
Expresión clara de estas afirmaciones es que hemos alcanzado un acuerdo sustentado, no sobre generalidades, sino a través de un amplio manifiesto político que ,en realidad, es un auténtico contrato entre ambas fuerzas políticas y ,sobre todo, con la ciudadanía que tiene absoluto derecho a conocer que es lo que nos une en esta hora difícil para nuestra tierra.
Lo hacemos en un momento económico y social especialmente grave para las Islas, con casi un 30% de la población activa en paro (más de ocho puntos más que la media estatal) y una significativa pérdida de renta en los últimos años, que nos aleja de la necesaria convergencia con España y Europa.
Maltrato estatal
Y, asimismo, en un contexto de permanente maltrato por parte del Gobierno central, ejemplificados en el incumplimiento del Plan Canarias (mientras sí se cumple en todos sus términos uno similar en Castilla León) , la injusta financiación autonómica, y la negación de los derechos históricos Canarios reconocidos en nuestro acervo histórico.
El programa con el que concurriremos a los comicios se centra, no podía ser de otra manera, en la creación de empleo, la reactivación de la economía y el mantenimiento de los servicios públicos.
Somos conscientes de la difícil coyuntura que atraviesa Canarias y del sufrimiento de una parte significativa de su ciudadanía que ha visto como empeora su calidad de vida, especialmente aquellos que han perdido su empleo. A la superación de esa situación dedicaremos nuestros mayores esfuerzos.
Consideramos esencial que nuestra principal actividad económica, el turismo, disponga de un Plan Renove financiado por el Estado, como sucedió en otras comunidades con sectores como el del automóvil. A la hora de manifestar la solidaridad Estado- Canarias exigiremos que se produzca con medidas concretas sobre nuestro principal sector estratégico.
Igualmente defendemos que el Estado debe tratar justamente a Canarias con el cumplimiento de un Plan Canarias de verdad, con ficha financiera. Es la respuesta necesaria a la justificación de esta medida donde se reconocen, por el gobierno español, los muy negativos indicadores que sufre esta tierra para luego convertirla en puro humo dotando al citado Plan con cero Euros.
Estamos convencidos de que el mejor instrumento para trabajar en esa línea, para hacer entender al Estado las necesidades de Canarias, es la consecución de un grupo parlamentario propio fuerte, que desde el compromiso permanente con las Islas impida olvidos, desequilibrios y maltratos que, de no corregirse, nos obligarían a reflexionar sobre la actual relación Canarias-Estado.
Son muchos los retos que tenemos que abordar en el próximo período. Por eso, hemos optado por construir, por trabajar conjuntamente, por presentarnos unidos por Canarias a los comicios del 20-N.
Porque nuestra prioridad es y será Canarias y su ciudadanía. Porque nuestra voz, la de los diputados y senadores de CC-NC, se escuchará nítida, convincente y firme en la defensa de Canarias en medio del habitual silencio de los diputados y senadores electos de las fuerzas estatalistas.
*******************************************************************Unidad nacionalista: diferencia para la igualdad
Por Ana Oramas
El acuerdo alcanzado por Coalición Canaria y Nueva Canarias representa una buena noticia para todos los canarios, sean cuales sean sus preferencias o simpatías políticas.
Es una buena noticia en sí misma y lo será más si ello permite recuperar la presencia de Canarias en las Cortes con grupo parlamentario propio (como CIU y PNV). Algo que logramos en el pasado, cuando el nacionalismo canario iba también unido.
Esa unidad solo puede traer beneficios para Canarias, y también para España, aunque algunos no acierten a verlo así. Porque España no puede funcionar bien en su conjunto si el más meridional y lejano de sus territorios no encuentra un modo de integración adaptado a sus diferentes necesidades. Que son, sin duda, mucho más singulares que las de cualesquiera otra de las comunidades autónomas, como reconocen todas las personas medianamente informadas, todos los analistas, y el mínimo sentido común.
Pero una cosa es reconocerlo en la teoría y otra aplicarlo en la práctica. Y lo que la historia de los 33 años de democracia nos enseña es que cuando ha existido grupo parlamentario propio en Madrid, Grupo Canario, las adaptaciones estatales para tener en cuenta el hecho diferencial de Canarias han sido mucho más fáciles de alcanzar.
Al Gobierno o al legislador estatal le cuesta muchísimo añadir disposiciones adicionales a sus leyes para reconocer que en Canarias la norma ha de adaptarse a unas concionantes absolutamente diferentes al Continente. Solo si en el Congreso hay personas entregadas, recordándolo siempre, cada semana, es posible que se alcance y cumpla un principio esencial para Canarias que podríamos expresarlo así: “Para que exista igualdad, a los desiguales hay que tratarlos como desiguales: la diferencia de partida solo se puede corregir mediante tratamiento diferente de los problemas para mantener la igualdad de servicios públicos y de oportunidades de desarrollo”.
Ese principio es una de las piedras angulares sobre el que hombres y mujeres de todas las islas construimos hace 18 años Coalición Canaria. Volvemos a recuperar, por de pronto en las Cortes, una unidad que nunca debimos perder.
Una unidad que no solo nos hace más fuertes a los nacionalistas canarios: Fortalece a Canarias y fortalece también un concepto moderno, plural y solidario de España; porque es una visión más amplia a la hora de construirla cada día, integrando las diferencias y no imponiendo una uniformidad en la que no podemos encajar ni con calzador.
Por eso, con independencia de la opción ideológica de cada uno, la sola posibilidad de que una voz canaria autónoma mejore su presencia en las Cortes es motivo de alegría, sobre todo para todos los que piensan que la presencia de Coalición Canaria en las Cortes ha aportado siempre moderación, pragmatismo, estabilidad y una cierta empatía dialogante con todos; al tiempo que firmeza y reivindicación justificada cuando las posiciones de Canarias [las determinadas en el Parlamento canario por todos los partidos] se veían con dificultades para prosperar en Madrid o Bruselas.
En las próximas semanas muchos apelarán a nuevas promesas. A Coalición Canaria en Madrid la definen sus dos décadas de intensa actividad con una hoja de ruta clara, en la que es fácil distinguir cuáles son prioridades por contraste; sobre todo ahora que se ha demostrado que los grandes partidos tienen programas intercambiables, tanto en lo que proponen como en lo que ignoran.